Es una barra de arena que acumulan las olas marinas en la desembocadura de los ríos que llegan a la costa con escasa presión, lo que los obliga a desviar el curso y seguir un recorrido paralelo al litoral, hasta llegar a un sitio donde las olas rompan con menor intensidad.

Es un accidente peculiar de la zona, que se erosiona momentáneamente por las crecidas del rio, y se vuelve a formar concluido el periodo lluvioso.

Se pueden ver en la desembocadura del rio Toa, Duaba y Miel.  Peculiar es este último, al tener una longitud de 1 quilómetro, ancho de 50 a 100 metros y 5 metros de altura, pero que no llega a bloquear totalmente la boca del rio, y queda rodeado de matas de mango, cocoteros y uva caleta.